Mateo 24.1-14 - Mateus 24.1-14

Auxílio homilético

07/12/1980

Prédica: Mateus 24.1-14
Autor: Dieter Knoblauch
Data Litúrgica: 2º. Domingo de Advento
Data da Pregação:07/12/1980
Proclamar Libertação - Volume: VI
Tema: Advento

I – Texto

V.1:Y Jesus salió retirándose del templo y se le acercaron los discípulos, y le mostraron las construcciones del templo.
V.2:Y entonces les contesto diciendo: no ven todo esto? En verdad les digo, no dejarán de existir una piedra sobre la otra: todo será destruído.
V.3:Y estando él sentado en el Monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte diciendo: Cuando serán estas cosas, y qué senal habrá de tu venida y del fin del siglo?
V.4:Y respondiendo Jesus les dijo: Miren que nadie os engane.
V.5:Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: Yo soy el Cristo y a muchos enganarán.
V.6:Tened presente que habrá guerras y rumores de guerras. Más no os asustáis, porque es necesario de que esto suceda; pero no será el fin.
V.7:Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, habrá hambre y terremotos en muchos lugares.
V.8:Todo esto es el principio de los dolores.
V.9:Entonces ustedes serán entregados a aflicciones y los matarán. Y serán odiados en todos los pueblos por mi nombre.
V.10: Y entonces muchos serán tentados y se entregarán mutuamente y se odiarán.
V.11:Y muchos falsos profetas se levantarán y confundirán a muchos.
V.12: Y habiendo crecido la ilegalidad, el amor de muchos enfriará.
V.13:Pero los que permanecen fieles hasta el final serán salvados.
V.14: Y será proclamado el Evangelio del Reino en todoel mundo, como
testimonio a todos los pueblos, y entonces vendia el fin.

Es conveniente hacer algunas consideraciones respecto al texto. En el v.l el verbo EXELTHÕN significa: salir, retirarse del lugar. También se puede traducir dicho verbo con: alejarse de, o distanciarse de, en el sentido no solo real y físico, sino también en el sentido de una actitud adoptada por no estar de acuerdo con ello. La postura como convicción de Jesus, al referirse de los últimos tiempos, era ya el distanciarse de lo formal del templo. Esto se confirma con las palabras que siguen: APO TOU HIEROU. En el v. 3 será importante considerar la expresión: KAT' IDIAN, que quiere decir, para ellos y si mismo, un aspecto privativo. Los discípulos se reunieron con Jesus aparte y en privado. Seguramente se refiere a que estuvieron cerca del templo y lo que Jesus tenía que decir a sus discípulos no era destinado para los visitantes de la casa de Dios. Con respecto a la destrucción del templo, el texto griego hace referencia a la piedra angular, la principal piedra, que es sacada, y así todo el edifício o templo en este caso, se derrumbará. En el v.4 encontramos el verbo: PLANÃO, que significa: enganar. Pero en el griego se amplia dicha significación con: llevar al otro a una trampa, aparentar haciendo algo bueno y en realidad se está perjudicando al otro. Llega también a querer decir: llevar forzado al otro al error o cometer un error. En el contexto este aspecto resulta ser muy importante. En el v.8 notamos el sustantivo ÕDEN, que es un plural y significa: dolores de parto. O sea, que se refiere adolores o sufrimientos de cierta duración. En el v. 10 encontramos el verbo: SKANDALIZÕ (escandalizar) que se refiere al acto de llevar a algo o a alguien a la perdición, a un encierro, a algo oscuro y confuso. Y en el v.13 encontramos el verbo: HYPOMENÕ que significa: aguantar, perseverar y ser fiel hasta .... En el v. 14 encontramos una expresión significativa, y que es OIKOUMENË, que es todo el mundo habitado, o los países habitados. Con esta breve reseña de algunas palabras, que luego serán elaboradas en la exégesis y meditación, hemos puesto a consideración a algunos puntos importantes de nuestro texto.

II – Exégesis

Seguramente nuestro texto pertenece a la serie de las pequeñas apocalípsis o también a las llamadas apocalípsis sinópticas. Este texto de Mateo es dirigido a una congregación judeocristiana, en donde el autor hace referencia a la Parusía (la segunda venida del Señor) y esto en relación al final de los tiempos con todas sus respectivas implicâncias. Se refiere a los últimos instantes de la vida de Jesus, así como Mateo lo ordena en su Evangelio, y el texto es comunicado a un pequeno grupo de discípulos - según Mc —, a Pedro, Santiago, Juan y Andreas. Mt, en cambio, hace dirigir este mensaje a toda su congregación, a pesar de la dramaticidad y seriedad de tal anuncio.

El hecho de que Jesus invita a sus discípulos a apartarse y el dirigirse alejadamente del templo, de la multitud, es subrayar el carácter esotérico de este anuncio por parte de Jesus. Tiene además nuestro texto así un carácter paranético, o sea: exhortativo. Interesantemente la destrucción del templo era una realidad en la apocalípsis judia. Se esperaba la destrucción del viejo y la construcción del nuevo templo, pero este por Dios mismo. Sabemos, que en el ano 70 el templo sufrió un incêndio y su destrucción.

Al sentarse Jesus con sus discípulos en el Monte de los Olivos, se hace una relación a la palabra del profeta Zac 14.1 de que los acontecimientos finales han de sucederse en aquél monte. La palabra Parusía signifïcaba originalmente: adviento, la visita del emperador o de cualquier poderoso en toda su gloria. Así podemos encontrar en el judaísmo tardio el pensamiento de un arribo del Hijo delHombre. En Josefo leemos de que se ha de efectivizar dicho arribo con la presencia divina, del mismo Dios. Pero en el NT nunca se ha visto referido dicho término a la encamación de Dios, sino al Cristo exaltado en la Gloria.

La advertência de Jesus, en el v.5 acerca de los falsos Cristos, se debe a que en el tiempo de Jesus, y después también ya existia un mesianismo convulsionado. Al respecto ven muchos exegetas, que el v.6 se refiere principalmente a las guerras de tipo mesiánico. O serán las guerras de un simple enfrentamiento entre los pueblos? Jesus y sus discípulos nada tienen que ver con estos enfretamientos, y nada podrán hacer al respecto. También con las guerras vendrá el hambre (v. 7) y catástrofes telúricas, lo que también se encuentra en la apocalípsis judia.

La expresión dolores de parto del v.8 es una expresión muy conocida ya en Is 26.17; Hch 12.2; Jn 16.21 que se refiere a los necesarios dolores, pero que son pasajeros. En el v.9 se refiere directamente a la congregación, a su situación concreta, notando el concepto principal de PARADIDOMI que significa: entregar, delatar, como término clave para la pasión de Jesus. Esto se aumenta, como todo su dramatismo de nuestro texto, en el v. 10, en donde se lleva o se llega a caer llegándose a la traición en la misma congregación, como denunciar a otros hermanos, quizás para salvarse de un presión que pudiera ser fatal en una persecución.

Notamos en el próximo v. 11 de que el apartarse de la Ley de Dios lleva irremediablemente al enfriamiento del amor, o sea, a todos (POLLOI), lo que representa ser el peligro más grande para una congregación por caer en una inhumanidad intolerable. Esto, en el v. 12 y en v. 13 Jesus nos llama a perseverar, nos exhorta a ser fiel hasta Su venida. Seguramente la proclamación del Evangelio (v. 14) del Reino es una de las características de los últimos tiempos. Así notamos, que nuestro texto está impregnado por un pensamiento esquemático de una tardia apocalíptica judia, pero que la misma congregación entiende como la original motivación del autor, o sea del mismo Mateo. Seguramente sabemos, que el cristianismo primitivo estaba convencido de la venida del Reino y de su Senor en la Gloria. En Mc 9.1 y en Mt 24.30 notamos esta característica con evidencia, lo que ha significado una real esperanza en las palabras de Jesus, cuando las mismas se refieren a Su Reino, al Poder del mismo en y con los fieles. Seguramente nuestro texto no haya sido muy cómodo para la misma congregación. Pero a pesar de que no lo haya sido, fue anunciado y en toda su dramatícidad, que por encima está el anuncio de la victoria final de Su Reino cuando encuentre a los que han sido fieles hasta el fin de los tiempos.

III – Meditación

Nos encontramos en el tiempo de Adviento. Es tiempo similar a la de los cristianos que esperan la Segunda Venida de su Señor. Se espera y hay una esperanza, no solo la de Su victoria sino también la de Su Reino. Se ha de realizar la petición del Padrenuestro: Venga a nos Tu Reino... Pero, para sua consecuente aceptación se requiere de una esmerada preparación; no por una fatal dramaticidad de los próximos y futuros acontecimentos, sean guerras que necesariamente vendrán, sino de la necesaria fé basada en una esperanza cristiana. Esta no es un producto de un mero emocionalismo, de una creencia o acatamiento dogmático o quizás basada, en la confianza en alguna institución o denominación religiosa (v. l sig.), sino de una determinada actitud personal. La actitud enunciada en Mc 10,15 y en Jn 3.3 requiere de liberación de todo lo que nos puede infundir el miedo, considerando en especial las palabras de Jesus en nuestro texto de perseverar, de permanecer fiel para ser salvo, Apoc. 2.10.

Esta fidelidad hacia Jesus debe ser de orden espiritual, de obediência a El y despertar en nosotros una fé dinámica en favor de nuestros prójimos, que finalmente será nuestra realización de la voluntad del Señor. Todo tipo de ataduras o condicionamientos ideológicos, sean cual fueren, pensamientos rectores que nos condicionan en nuestro actuar el destino de nuestro cristianismo, es el aspecto de superación y de necesaria liberación para poder esperar el cumplimiento de Su Reino. Es sumamente peligroso, por carecer de una esperanza cristiana de sustituirla por adhesiones a movimientos políticos, sean cuales fueren sus justificadas intenciones, que generalmente no se pueden apreciar. Tales compromisos son prácticamente vedados por nuestro texto (v.4 sig). Es tremenda esta tentación, especialmente para aquellos que no han vivido una liberación de una necesidad de compromiso, sabiendo que un cristiano tiene una libertad que es la obediência y la fidelidad al Señor. Todos los condicionamientos siempre estarán en pugna con la real esperanza y consecuente fidelidad de ser fieles hasta el fin.

Todos los regímenes institucionales, sean civiles o religiosos han de sufrir su gran cambio, y a esta transformación precede la destrucción, muchas veces violenta, como también nuestro texto nos señala. No será tan violento para una estructura, si lo será para los que han confiado en tal estructura e ideologia que ha mantenido en pie a dicha estructura. Por eso, el texto nos reclama primeramente una liberación de este aspecto y una inmediata obediência a la sincera esperanza cristiana. El predicador debe aqui señlar algunos ejemplos de una vanidad de esperanza y de fidelidad bacia ciertos movimientos políticos, de sus características muchas veces inhumanas por despreciar no solamente los llamados derechos humanos, sino porque hay un desprecio por las minorias, y por los que no entran en la consideración, por ciertos intereses personales o institucionales. Se conocerá las distintas comisiones por ciertos derechos de los hombres, que pretenden defender al hombre, luchando al mismo tiempo contra sus adversários, contra los que no los aceptan, no los reconocen o los toman en cuenta. El amor ai prójimo como ideal cristiano, y más, como un ideal humano sin más, no puede mancillarse con ideologias o con estructuraciones o suplantaciones institucionales; el amor se manifiesta en amar, y los que despiertan a ese amor al prójimo encontrarán, ya por voluntad de Dios, a aquellos que requieren de su ayuda. No debemos olvidar, de que todos estos o similares aparatos burocráticos e institucionales nacen en el mismo hombre, que finalmente termina en un endurecimiento cuando se confia o se considera una intención en el fin y meta de sus intenciones. No habrá piedra sobre piedra, o si analizamos el significado de estas palabras en griego: será sacada la piedra principal del conjunto, y esto provocará la caída de las demás piedras. Si comprendemos este sentido, de la piedra principal que es en este caso la intención original cuando se crea cierta organización, etc. en bien de los hombres, hasta la misma iglesia como un organismo, en su sentido original (algo viviente), cuando dicha piedra es quitada, todo comienza a carecer de sentido, se requiere apuntalar dicho edifício, los que son portadores de la vida, de una fé convencida y que trabajan en el silencio en favor de muchos que sufren, se han de retirar de un edifício, que está a punto de derrumbarse. Debemos perguntamos: hacia donde vá dirigida nuestra fé, nuestra esperanza? Cuál es la meta que se ha propuesto a nuestros feligreses de su fe? Realmente ha sido nuestra predicación cristocéntrica, o estaba minada por otras intenciones, sean conscientes o tal vez inconscientes? Creo, que aqui se requiere de una claridad y sinceridad por parte del predicador, y de cuestionar sus reales intenciones. Realmente alcanza con afirmar la buena intención que se ha tenido? No hemos caído muchas veces con señalar a la feligresía una esperanza en palabras que hemos puesto en la boca de Cristo, y que en realidad fueron vacías y han producido antes una desilusión, una confusión, de la cual pocas veces nos enteramos? El cambio debe ser provocado también en el predicador mismo. Desde luego, ha surgido desde Jesucristo un movimiento que es distinto, algo que ningún ojo ha visto antes, ningún oído escuchado y ningún corazón haya percibido. Esto no se puede negar. Y el anuncio de Su Venida al mundo ha impulsado al hombre a obrar en la historia. Y así, el hombre que espera a Su Señor adopta otra postura, tiene otras intenciones y otros juicios con respecto al mañana temporal. El busca aprovechar el tiempo, de confesar a Su Senor testimoniando en el amor hacia el prójimo, en el sentido de servicio y de caridad. Es paciente y está alerta, y en cada tentación vê a Dios como un seguro refugio, el cual lo vê justificado por Jesucristo, recibiendo a diário así el perdón por sus pecados.

Pero esta nueva vida en el viejo mundo (este mundo condicionado, limitado, cambiante, inseguro, en donde reina la enfermedad y la muerte; también el mundo de nuestra mente e imaginación, parte que debemos incluir en nuestro considerar) no es precisamente lo nuevo, sino que es vivido en esta esperanza al nuevo mundo. Es por eso que no podemos condicionar lo nuevo ni fijar lo que se ha de revelar cuando llegue el tiempo, Su tiempo para con todos los que en El esperan. También este aspecto lo encontramos en 1° Jn 3.2. Hasta el ser como El es impreciso, y es recomendable de no volcamos a especulaciones o de caer en pintar algo utópico (lugar que no existe).

Nuestro texto nos señala que la historia mundial como también eclesiástica se ha desarrollado bajo la serial de teologia crucis. No se habla en nuestro texto de una cristianización a nível mundial, lo que hace de sospechar a todo intento de querer usar la escoba de hierro en favor de una imposición del Reino de Dios. Esto es propio de los pseudo-mesías que levantarán sus voces en nombre de Dios, hasta con aparente potestad divina, queriendo cambiar o imponer un orden en el mundo. Caso el mismo Jesucristo se hubiera convertido en un falso Mesías se hubiera cedido al tentador (Mt 4.8 sig), o seguido la bien intencionada propuesta de su amigo Pedro, que le quiso evitar la cruz (Mt 16.22 sig). Jesus fué la senda de la obediência; esto significa la cruz, o sea: el sacrifício. Desde luego, hay quienes que se sacrifican por motivos aparentemente nobles, en bien de sus intereses o de sus opresores, ante quienes él se ha esclavizado voluntariamente (de orden comercial, político o ideológico), queriendo así asegurarse. Pero siempre será Jesus el Rey de los Reyes, aunque lo sea en forma oculta, en donde radica nuestra dificultad. Así también los discípulos de Jesus no tomarán las armas que han de ser en honor y gloria a Dios. El juicio sobre el mal se cumple aqui. En 1° Cor. 13 leemos el sentido del crístíano en todo lo que hace; todo debe ser impulsado por el mismo amor hacia sus prójimos.

La venida del Señor es una realidad innegable. El anuncio del Evangelio a todo el mundo habitado es una señal anterior a Su venida. Es por eso que no nos debemos detener en nuestro mensaje, reseñando las catástrofes, sean de las guerras o de orden telúrico, que han de suceder, ni de iniciar el sermón bajo estos aspectos, sino de fomentar en el mismo la vivência de Dios en nosotros en la franca y bien-intencionada relación con nuestros semejantes. En los tiempos venideros habrá también persecución en la misma iglesia; habrá delatores en las propias filas de la membresía. El miedo ha de ser motivo de mucha confusión, y es ahí, cuando muchos sabrán aprovechar las diversas oportunidades cosechando para si mismo, queriendo ganar adeptos, tratando de buscar apoyo en las masas que ya poseen una voluntad propia.

Nuestra misión como mensajeros del Evangelio es anunciar la segura Venida del Señor, de no entrar en especulaciones en cuanto al cuando y del como. A esta última pregunta vale responder con Lc 17,20-30. La ilegalidad con respecto al mandamiento del amor o de Dios mismo han de ir en aumento, siendo que en el caos final cada uno se crea ser el y su prójimo. La advertencia en este texto es clara: todo esto ha de ocurrir, pero lo esencial es perseverar hasta el fin, y esta perseverancia ha de ser la prueba en el crisol de lo que vendrá de nuestra fé.

IV - Nuestro sermón

1. Se puede iniciar el sermón mostrando la edificación del templo (si se quiere seguir el orden de una homilia), o de reseñar a la iglesia como institución, o a la misma formalidad de la congregación, si tales casos observan un endurecimiento, una estructura, cuando ya no es más un organismo. Muchas veces las normas, estatutos podrían entorpecer al libre desempeño de nuestro servicio de amor al prójimo. No siempre un orden es realmente un orden. El amor cristiano debe ser mayor y encontrar el orden enla oportunidad que Dios nos da para el servicio. Dios no observa nuestros reglamentos; los que El observa suelen ser muchas veces muy distintos a los nuestros.No tener una idólatra confianza de un regimen u orden eclesiástico. El Evangelio es mayor. Desde luego, un orden debe existir y ser observado, pero no adorado o que limite el libre desenvolvimiento de nuestras oportunidades cristianas.

2. Jesus es y será siempre el Rey de Reyes y Señor en nuestra vida. Todo podrá desaparecer y mucho de lo que hoy valoramos, desaparecerá para dar lugar a lo nuevo que vendrá. Todos los cataclismos de la tierra son retos al cristianismo, a los que siguen siendo fieles al Señor. Todo lo que sucede o sucederá en el mundo son señales. Nada podemos hacer. La Venida del Señor se acerca y ha de ser una realidad incuestionable.

3. Esto no quiere decir, de que esperemos hasta la gran conversión (1° Cor 15.51) ni tampoco al momento de la Resurrección (1° Ts 4.14-15) nuestra, sino se trata de un ahora de carácter imperioso. Hay muchas voces periodísticas que quieren extender el plazo de los acontecimentos. El Club de Roma piensa de distinta manera, y muchos acontecimientos señalan que están cumpliendo las profecias. Los viajes del actual Papa Juan Pablo II pueden referirse a la predicación del Evangelho en el mundo. Es importante de no buscar divisiones entre las denominaciones religiosas, sino de reconocer en esta época tan crucial a nuestro Señor, como Señor de nuestra vida y trabajo.

4. La congregación se manifiesta en su fé por su dinamismo y su proyección hada el mundo o ambiente circundante. Dios mismo está detrás de Su obra. Nosotros somos meros instrumentos en Sus manos. Pidamos por nuestras puras intenciones, y que no usemos filosofia, ideologias políticas u otros intereses para justificar una acción aparentemente cristiana. Cristo viene y por eso es importante que en el tiempo de Adviento se extienda con el amor de Dios hada todos los hombres Su Evangelio: Dios en Jesus, tam-bién a ti te ama. Si no viniera Jesus, toda nuestra obra misionera y evangelística careceria de valor y de razón de ser.

5. No nos preocupemos de lo que ha de acontecer. Los problemas en una congregación se solucionarán cuando se ora y se confiesan los pecados y se ennmiendan con buenas intenciones y buena voluntad nuestros errores. El Señor está ya en Su congregación y vive en la fé de los que en El creen. Su Venida será, por encima de las tentaciones, dentro y fuera de la congregación la realización de la fé personal. Y esta fé personal muchas veces exige tomar nuestra cruz, y la vida de fé en nuestro Señor, es una vida de Cruz, pero de victoria y gloria final.

Proclamar Libertação 6
Editora Sinodal e Escola Superior de Teologia


Autor(a): Dieter Knoblauch
Âmbito: IECLB
Natureza do Domingo: Advento
Perfil do Domingo: 2º Domingo de Advento
Testamento: Novo / Livro: Mateus / Capitulo: 24 / Versículo Inicial: 1 / Versículo Final: 14
Título da publicação: Proclamar Libertação / Editora: Editora Sinodal / Ano: 1980 / Volume: 6
Natureza do Texto: Pregação/meditação
Perfil do Texto: Auxílio homilético
ID: 7007
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